Esta esfera azul
que llamamos Tierra,
y que gira y gira
sin quedarse quieta,
se siente cansada
de dar tantas vueltas.
Dice que está torpe
y que ya es muy vieja...
¡Tan vieja es la pobre
que tose y bosteza!
De noche a la Luna,
que es su compañera,
le cuenta la vida,
le dice sus penas.
Al Sol siempre sigue
y, en dar una vuelta,
tarda todo un año
nuestra vieja Tierra.
Por ese sendero
por el que pasea,
a cuatro estaciones
saluda y encuentra.
Se adorna de flores
en la primavera
y se siente joven,
radiante y contenta.
Y cuando ya junio
de calor la llena,
al sol del verano
su espalda calienta.
Más tarde, en otoño,
con las hojas secas
viste sus caminos
de viento y tristeza.
Después, en invierno,
cuando el frío llega
se cubre de nieve
y la pobre tiembla.
Y así, cada año,
esta tierra nuestra
de tanto girar
y dar tantas vueltas,
está muy cansada,
está ya muy vieja...
Por eso ella tose,
por eso bosteza
y, también, por eso
se lamenta y queja.
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